domingo, 27 de junio de 2010

Cultura Juvenil.
18 de septiembre del 2009, Parque Morelos, 11:33 pm.
Todos los presentes están pasándola más que bien, los vatos de camisas a cuadros, estampado de leopardo y perforaciones hasta en los pezones están bailándole de lo lindo. Salón Victoria toca una de las canciones más representativas de su carrera, y la gente corea sin parar entre gritos, chiflidos y baile, y más baile, y no paran de reír… y fumar.
-Y si tu boquita fuera de chocolate, y si tu boquita fuera- Y Héctor Carrillo, la ¨Gorda¨ (cómo le llaman los presentes, camaradas y prensa al vocalista de pelos chinos y boca gruesa) canta y canta y baila yeyé con las manos moviéndose de arriba abajo, los espectadores lo imitan encantados. En el centro están los muchachos que por demás son los más carismáticos de la noche, ¨El Javi¨ y ¨El Rorro¨, Javisondo metalero, hasta la médula, de cabello largo y una graaan estatura, de expansiones del 0 en las orejas, y también de una edad desacorde a su complexión. El Roroi! de ¨Rude Boy¨ con trajecito y corbata, rapado y con su septum bien puesto en la nariz, bailando hasta el cansancio, como debe de ser, a ellos los vas a ver en toda tocada, concierto y demás en el que haya buen ska. ¨La Gorda¨ no se detiene, y le pide a los presentes que se pongan a bailar más sabrosón, al ritmo de la música: -¡Vamos, que esta es una fiesta nacional cabrones, nos la estamos pasando a toda madre!- y la gente grita a coro cosas incomprensibles, pero seguramente de toda felicidad. Y la persuasión hacia los jóvenes está a tope.
El escenario está pulcro, pero lleno de músicos, fotógrafos, reporteros, y guaruras, muchas guaruras, abajo del escenario, más de 10 guardias de seguridad. Aunque está comprobado que se hace más desmadre cuando viene Vicente Fernández, o el Elizalde en sus tiempos, que cuando viene La Maldita Vecindad.
En total es probable que haya más de 300 gentes presenciando el espectáculo, todas amontonadas bailando y cantando, pero todo pacíficamente planeado y estructurado, ya si no, si hay 5 patrullas vigilando alrededor del evento. Del lado izquierdo gente con celulares y cámaras tomando y filmando a Salón, del otro lado, la misma situación. Los de en medio como que les vale, ellos disfrutando del show como debe de ser.
Los carritos de hot dog no faltan, ni los puestecitos de chucherías, papitas, sodas, chicles, cigarros, todo en un mismo lugar, PERO POR NADA DEL MUNDO HAY PARA LA CHEVE, ni feria, ni comercio, a dónde vamos a llegar. El tiempo pasa y la diversión está en el aire.
Por ahí se alcanza a percibir el olor de la marihuana, ese olor penetrante que invita a la diversión ambigua de los buenos jóvenes reggae y skatosos, ya los demás disfrutan gratuitamente de los influjos del humo natural. El polvo de la tierra del lugar se levanta, y los presentes quedan empanizados, sudorosos, cansados, y así es cómo el mexicano vive en verdad, la vida laboral no puede ser tan diferente para nuestra gente de la clase baja, que por lo visto, sí que la saben pasar. Ya que andan todos bien prendidos con el mágico saxofón de J. Carlos Boss que toca ¨Mi vida es tango¨ es cuando le piden a las chicas subirse en los hombros de los caballeros presentes y cantar a coro y levantando los brazos, es impresionante el número de gente que imita la acción y se pone a brincar y disfrutar. Y la noche sigue y pasa y corre el tiempo en el hermoso lugar, que no necesita tener belleza estética, porque las emociones están a reventar.
Y la media noche llega y Salón Victoria saluda, con lágrimas en los ojos, emocionados de la respuesta de la gente al corear ¨Sol de Media Noche¨, “La Gorda” se despeina, se pasa una mano sigilosa limpiándose el sudor de la frente y con una sonrisa inmensa se pone a bailar. Ya comenzado el ska que tanto estaban esperando ni quien los pare, ni a la gente, ni a la banda, ni al sentimiento de serenidad encontrado en “el desmadre de ruidos” que al final, terminarán por llevarse la negatividad y el azote de un pueblo jodido por la crisis o la represión, un pueblo que no hace nada más… que simplemente bailar.